jueves, 3 de enero de 2008

Aquel ángel,












Ella sabía lo que hacía, todos caian en su sensual figura, su simpatía desgarrante, y su mirada que ilumina. Una de esas personas que te atrapan queriendo hacerlo, que te ayudan a remontar vuelo y simplente desaparecen, como por arte de magia, cuando ya no es necesaria.
Y así llego a la vida de Pablo, en un momento donde necesitaba caricias que recubran su corazón roto, y un oido dispuesto a escuchar.
-Yo estoy para vos.
Dijo ella.
-Pero prometeme que no te enamoras..
Concluyo.
Y en el momento donde las heridas comenzaron a sanar, y el de a poco comenzaba a volar de nuevo. Juntó sus ropas del suelo y dejó una nota en la mesa.

"Solo esto necesitabas, un soplo de aire que te ayude a levantarte, se que podes seguir en pie, de hecho ya lo estas.No pienses en mi, mi corazón ya no quiere enamorarse, se conforma con algunos te quieros apurados, y las caricias de algunas noches y sobre todo con saber que es útil a aquellas personas, que realmente creen en el amor. No dejé nada mio, no trates de encontrarme, ni sueñes conmigo, soy fácil de olvidar. Y sabelo, si alguna vez me necesitas, seguro el destino se va a ocupar de ponernos en la misma vereda. Te mereces mucho, pero pedis mucho también, algo que mi corazón nunca podría darte.
Suerte.
Ahora volá, que estas a tiempo."

El leyó la nota con un poco de melancolía, pero desde un principio sabiá que esto iba a ser asi.
-Si, un ángel me visito..
Se dijo a si mismo.
Y a pesar que despues de un tiempo no recordaba bien su cara, ni su cuerpo, pero nunca pudo olvidar su sonrisa.

No hay comentarios: