sábado, 7 de noviembre de 2009

Vivir.

(...) Hoy no quiero que me declaren la guerra, ni un caos incontenible en el medio del pecho. No quiero espinas, ni batallas campales. Me conformo con un poco de aire fresco, y libertad.
No quiero volcanes a punto de estallar, ni besos marchitados en horas perdidas. Ya no busco tormentas escandalosas, ni copas rotas por las noches. Me gustaría alguna planta con sabor a paz, un vino reservado para las noches de luna llena y varias caricias guardadas debajo de la almohada.
Hoy, no quiero irme a casa, prefiero volar... solo dame algún respiro para que no olvide que es real. Y no dejes que sueñe tanto, tantea de vez en cuando que no me haya escapado por el balcón del living.
Hoy, puedo ser caprichosa y pedirte tres amaneceres de película, muchos tambores sobre una arena blanca, y que me enseñes a tocar melodías del alma. Un paseo por las nubes de vez en cuando, y mucho, mucho, viento salado... ese que viene cargado con espuma de mar.
Y tal vez... tal vez puedo pedir que me borres el pasado, que lo lleves al cielo del olvido, que cantes mil canciones y que cada acorde tenga mi aroma al sonar.
Pero prefiero no esperar, ni pensar, ni pedir, ya que estoy aprendiendo una costumbre que practicaban los magos antiguos, tan solo vivir.

1 comentario:

Flor dijo...

Me gusto mucho. Un saludo.