miércoles, 6 de agosto de 2008

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Y... me gustaste porque parecías transparente, porque transmitías confianza. Me gustaba tu pelo desordenado y tu rara forma de vestir, tu aire despreocupado, y la forma en que cargabas tu mochila repleta de recuerdos.
Me gustaba tu paso suave y la humildad con la que llevabas la foto de quienes mas amabas en el corazón -siempre-. Tu mirada, y el brillo que tomaba cuando comenzabas a hablar. Tu pasión por lo que hacías (y haces) y el anhelo por cumplir tus deseos. Algún tiempo después descubrí cuando me gustaba la forma en que siempre planeabas, y encontrabas, para llegar a tus sueños de la forma mas complicada, pero no imposible -y cuanto me hacías reír-, tu manera alborotada de ver el mundo y de sacar adelante proyectos.
Me gustaste porque eras feliz, y lo demostrabas a través de tu risa contagiosa y tu carcajada ruidosa. Porque tenias la facilidad de hacerme reír, hasta en los momentos mas incómodos.
Me gustaste porque eras diferente, porque no prestabas atención en los detalles mínimos, o en la forma de vestir de las personas. Porque no pertenecías a este mundo. Porque eras alegre, y contagiabas esa alegría - que en algunos momentos tanto la anhele-
Me gustaste porque eras y listo. Lo demás no te importaba.




-¿Te parece poco?

3 comentarios:

Jorge dijo...

Hola amigo: quería invitarte que visites el blog que estoy realizando con mis alumnos de segundo año de la secundaria sobre LA DISCRIMINACIÓN.
http://nodiscrimine.blogspot.com
Tema arduo e interesante.
Seguro será de tu agrado.
Te invitamos que leas lo que gustes de él y hagas una opinión sobre el mismo.
Tu aporte será valioso.
Un abrazo desde Adrogué, Buenos Aires

LECTORA dijo...

no, no me parece poco.
gracias por su visita fugaz
Saludos

Anónimo dijo...

te amo. y es hermoso :) sos muy capa.
,FELICIDAD